teatro tedini

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Hablando de Arte Con TEDINI por Radio CTC 91.5 FM Esperanza de 5:00PM a 6:00PM

sábado, 23 de junio de 2012

Eternamente comprometidos


Los grandes de la industria cinematográfica del mundo, los de Europa, Estados Unidos, América Latina, Asia, Oceanía, Africa y todos los demás que asomen, deberían reunirse un día y decidir algo: que las comedias románticas deben tener no más de hora y media de duración.
Porque, fíjense, “The Fiveyear engagement” posee una buena historia, tiene gracia, está más o menos bien interpretada, pero… tiene dos horas y cuatro minutos. Eso da como resultado que, cuando ya estábamos metidos de lleno en la historia, cuando le estábamos tomando el gusto, resulta que todavía faltaba más o menos una hora de bla bla bla.
Que Tom Solomon (Jason Segel) y Violet Barnes (Emily Blunt) se conocen en una fiesta de disfraces y se enamoran, y entonces deciden casarse en un año. Pero que entonces ella recibe un contrato de dos años para trabajar en una universidad de Michigan y tienen que posponer la boda, pero, sobre todo, que para que ella cumpla con el anhelo de toda su vida, él tiene que dejar su trabajo de segundo chef en un importante restaurante de San Francisco. Y, cuando ya todo parece que va a solucionarse, a ella le prorrogan el contrato y se arma la de San Quintín.
Entonces el problema es que, con todo y la prorroga, todavía la estábamos pasando más o menos bien, sobre todo porque la historia posee una serie de detalles colaterales que le son eficaces: los familiares de ella y de él, los amigos de ambos, etc.
Pero resulta que el asunto no termina luego de la prórroga, que todo se prolonga y que empezamos a sentirnos algo escamados porque el director, Stoller, al parecer no encuentra la manera de terminar con el asunto.
Por esas razones, cuando llega lo que parece que es el final ya estamos algo amoscados y, peor, porque ese final se alarga con paseítos y circunloquios varios que nos acaban de enfurecer.
Y, además, que Jason Segel, el Tom Solomon del cuento, es un pollo de granja, el ideal de adolescente yanky: grandote, con cara de bebé y aire de yo no fui, y que, además, es co-responsable de guión, lo cual, unido a que no nos convence como actor, lo convierte en mayor culpable del lío. Emily Blunt es mucho mejor, todos los demás son mejores, pero no demasiado. Se pasa el rato, pero es demasiado rato. 

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