Desde la Autopista 6 de Noviembre, en la ciudad de San Cristóbal, observamos la depredación que realiza una empresa que extrae mármol, desde hace más de una década, en las montañas aledañas a las Cuevas del Pomier.
No entendemos cómo es que las autoridades han permitido la explotación de esas lomas tan importantes, desde el punto de vista turístico y ambiental para la provincia de San Cristóbal.
En la falda se encuentra el famoso balneario La Toma, el cual es muy concurrido por dominicanos y extranjeros, además de la existencia de un acueducto, que se alimenta de las aguas que salen de esas montañas y que suplen del vital liquido a importantes sectores de la provincia.
Pero lo más preocupante es el riesgo en que se encuentran las cuevas de Borbón o del Pomier, debido a las innumerables detonaciones de explosivos, las cuales pueden provocar pequeños terremotos y producir daños a tan importante patrimonio nacional y mundial.
Es importante destacar que esta reserva antropológica constituye una formación geológica única en el país y de las cuales existen pocas en el mundo. En su interior se conservan más de 4.000 pictografías y petroglifos, y es considerada como uno de los más importantes patrimonios antropológicos de la humanidad.
En 1943 se creó la ley de protección de las Cuevas del Pomier. En 1969 las Cuevas del Pomier fueron declaradas Monumento Nacional. En 1974 quedaron bajo la jurisdicción, administración y manejo de la Dirección Nacional de Parques. En 1992 esta área fue declarada Patrimonio Cultural Dominicano. En 1993, el complejo formado por 12 cuevas, fue incorporado al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, bajo la categoría de Reserva Antropológica. En 1996 se amplían sus límites aumentándose el número de cuevas protegidas de 12 a 54. Salvemos las montañas y las Cuevas del Pomier.
Fuente: Z101digital
Fuente: Z101digital
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