Vakeró fue recibido por una multitud en su pueblo natal
San Pedro de Macorís.- Fuera de la cárcel de San Pedro de Macorís le esperaba un grupo de fanáticos que siguieron al intérprete hasta llegar a la casa de Domingo Varet, su padre, donde le esperaron algunos de sus hijos. La gente se iba sumando, aplaudiendo, victoreándole: “¡Vakeró, Vakeró, Vakeró!” Era el cantante de música urbana recién salido de prisión luego de dos meses sobrellevando una medida de coerción cuando su esposa Martha Heredia se querelló por haberla agredido física y psicológicamente.
En prisión, Vakeró recibió la noticia del apresamiento de su pareja y, con la voz entrecortada, recuerda que le “impactó mucho, me sorprendí bastante, me hizo llorar y lo único que me pasó por la cabeza en ese momento fue orar por ella. Le pido a Dios que sea Él quien la juzgue, no el hombre, porque el hombre suele errar”.
El intérprete de “Amarilis échale agua” dijo que aprovechó el tiempo para escribir canciones, como “Desde la prisión”, en la que retrata el dolor que supuso estar lejos de su familia, de sus amigos.
“Aprendí a valorar el tiempo para dormir, para comer, en general aprendí a valorar el tiempo, si no es así, no se puede tener el control de la vida”, comentó.
El artista explicó que estar encarcelado fue una experiencia difícil: “Se me privó de la libertad, de poder ver a mi familia, de trabajar, de ver a mis amigos a la hora que me antojara y eso es algo que para cualquier persona sería muy difícil. Pero siempre estuve agarrado de Dios, y todo salió bien. Aquí estamos”, dijo.
En prisión, Vakeró recibió la noticia del apresamiento de su pareja y, con la voz entrecortada, recuerda que le “impactó mucho, me sorprendí bastante, me hizo llorar y lo único que me pasó por la cabeza en ese momento fue orar por ella. Le pido a Dios que sea Él quien la juzgue, no el hombre, porque el hombre suele errar”.
El intérprete de “Amarilis échale agua” dijo que aprovechó el tiempo para escribir canciones, como “Desde la prisión”, en la que retrata el dolor que supuso estar lejos de su familia, de sus amigos.
“Aprendí a valorar el tiempo para dormir, para comer, en general aprendí a valorar el tiempo, si no es así, no se puede tener el control de la vida”, comentó.
El artista explicó que estar encarcelado fue una experiencia difícil: “Se me privó de la libertad, de poder ver a mi familia, de trabajar, de ver a mis amigos a la hora que me antojara y eso es algo que para cualquier persona sería muy difícil. Pero siempre estuve agarrado de Dios, y todo salió bien. Aquí estamos”, dijo.
Fuente: Diario Dom
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