Santo Domingo.- Llegan como unos desconocidos, buscan el apoyo de su “tierra” dominicana, los medios de comunicación les abren las puertas y llega el éxito.
Se convierten en estrellas inalcanzable que vuelan tan altos que parece algo imposible para aquellos que le dieron la primera oportunidad de poder verse en un medio de comunicación.
Y es lo que pasa con el triunfador Romeo Santos, quien anoche se vio brillar en Premio Lo Nuestro, pero traerlo a Premio Soberano que se celebran en su tierra, en su país que le dio la primera oportunidad parece imposible.
Aquí le damos la exposición en los medios, lo ponemos en donde la industria lo vea. Pero por qué se hace tan imposible que Romeo Santos pueda sentarse como un dominicano más en una sala y darle su talento a unos premios que ya se han convertido en el Super Bowl de los dominicanos.
Es misión imposible verlo algún día dando su talento en estos premios locales. Pero si lo quiere ver espere a Lo Nuestro y los Billbord. Así no Romeo, para una cosa eres dominicano, y para otra no.
Se convierten en estrellas inalcanzable que vuelan tan altos que parece algo imposible para aquellos que le dieron la primera oportunidad de poder verse en un medio de comunicación.
Y es lo que pasa con el triunfador Romeo Santos, quien anoche se vio brillar en Premio Lo Nuestro, pero traerlo a Premio Soberano que se celebran en su tierra, en su país que le dio la primera oportunidad parece imposible.
Aquí le damos la exposición en los medios, lo ponemos en donde la industria lo vea. Pero por qué se hace tan imposible que Romeo Santos pueda sentarse como un dominicano más en una sala y darle su talento a unos premios que ya se han convertido en el Super Bowl de los dominicanos.
Es misión imposible verlo algún día dando su talento en estos premios locales. Pero si lo quiere ver espere a Lo Nuestro y los Billbord. Así no Romeo, para una cosa eres dominicano, y para otra no.
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